La hepatitis C
es una inflamación del hígado que está causada por el virus de la hepatitis C.
¿Cómo evoluciona la infección?
Frecuentemente, las personas que sufren una infección de la hepatitis C no tienen o tienen pocos signos clínicos, los cuales pueden ser fácilmente confundidos con los de una gripe.
Una infección con hepatitis C puede curarse sola. En la mayoría de los casos se vuelve crónica y puede sin tratamiento llevar a daños severos del hígado como una cirrosis hepática o cáncer de hígado.
Hoy en día, se puede tratar la enfermedad exitosamente con medicamentos.
¿Cómo podemos notar el contagio?
Síntomas posibles son:
- Decaimiento
- Falta de apetito
- Fiebre
- Dolor muscular y articular
- Dolores en el abdomen superior
- Náuseas y vómitos
- Piel y ojos amarillentos
La gravedad de los síntomas varía entre las personas. Algunas personas no presentan ningún síntoma.
También en el caso de una infección crónica puede pasar que presenten solamente síntomas leves o ninguno.
Vías de transmisión
La hepatitis C se transmite mediante la sangre.
Las vías de transmisión son:
- Contacto con sangre
- Uso compartido de jeringas, agujas y tubos etc. para el consumo de drogas
- El manejo inadecuado de tatuajes, piercings y perforaciones en la oreja
- Uso compartido de juguetes sexuales en los cuales haya restos de sangre
- Contactos sexuales sin protección (a través de lesiones del tejido mucoso)
¿Cómo podemos protegernos?
No existe ninguna vacuna.
Se deben que utilizar sus propios durante el consumo de drogas.
Los tatuajes, los piercings y los agujeros en la oreja tienen que realizarse bajo condiciones higiénicas y con material estéril.
La mejor protección durante el sexo son el uso de preservativos respectivamente guantes para por ejemplo el fisting. Se tiene que limpiar y desinfectar a los juguetes sexuales después de cada uso. Si es posible se deberían usar preservativos.
Pruebas de diagnóstico
Una infección con el virus de la hepatitis C puede ser detectada a través de un examen de sangre.
Tratamiento
Por lo general, no se trata la infección aguda con hepatitis C.
Desde el año 2014 existe una terapia efectiva para las evoluciones crónicas que puede llevar a una cura completa tras un tratamiento relativamente corto de 8 a 12 semanas.
No hay inmunidad después de la cura de una infección con hepatitis C. Contagios repetidos son posibles.
Informaciones adicionales
Durante el tratamiento de una infección con hepatitis C no se deben tomar los medicamentos proteccionistas del PrEP ante el VIH.